La pandemia se salió de control; con discursos quisieron enfrentar al Covid.
· Incapacidad e irresponsabilidad de los gobiernos, federal y estatal, sumada a la irresponsabilidad de la población, provocaron la crisis sanitaria· Las “autoridades” se han convertido en simples espectadores cuenta enfermos y cuenta muertos
Por Olga Ramos Tanus
La pandemia se les salió de control a los gobiernos federal y estatal. Las “estrategias” que emplearon para enfrentar la crisis sanitaria la basaron en discursos, en echar aire por la boca, nunca concretaron una estrategia real para contener al virus, y terminaron como simples “cuentamuertos”.
Todos los días en las conferencias de prensa, de los dos niveles de gobierno, federal y estatal, se la pasan haciendo repasos de lo ocurrido durante el día anterior, dando cifras de personas contagiadas y muertas, de cuantas camas se han ocupado en los hospitales y de cuantas camas quedan disponible, pero nunca se les ha escuchado la aplicación de un plan de acción que ayude a que los contagios ya no aumenten.
Esta incapacidad, o irresponsabilidad, de esos dos niveles de gobierno, sumada a la irresponsabilidad de la población que no ha querido cuidarse ni cuidar a sus familias, que han optado por llevar la vida de manera “normal”, como si no pasara nada, saturando centros comerciales, las calles del centro histórico etcétera, han llevado a un punto sumamente grave.
El gobernó federal siempre se negó a destinar recursos económicos para ayudar a que la gente se quede en sus casas, y poder cortar la línea de contagios. El presidente Obrador fue tajante cuando dijo, que ya no se darían apoyos extras porque ya están establecidos sus programas de gobierno.
Nunca quisieron apoyar a los pequeños y medianos comercios, provocando la quiebra de cientos y la pérdida de miles de empleos, que difícilmente se recuperarán. Lógicamente la gente tiene que salir a buscar el sustento de sus familias, porque únicamente les quedan dos caminos, encerrarse y morir de hambre o salir a la calle y morir contagiados.
Lamentablemente el presidente tuvo la mala fortuna de decir que dinero para los comerciantes no hay, por lo que, “que quiebren quienes tengan que quebrar”. Muy duras palabras… Y miles están quebrando y miles se están muriendo. Pero eso si, tenemos un gobierno de “primero los pobres” que presume una absurda austeridad republicana y que no ha pedido prestado para darle a los que necesitan, porque no les da, como si les están ayudando en otros países, con el “Ingreso Solidario Vital”, que consistiría en 3 mil 700 pesos mensuales por persona mientras pasa la pandemia.
El Gobierno de Puebla maneja un presupuesto de casi 900 mil millones de pesos al año, dinero que no sabemos en que se ha destinado, si durante un año la administración prácticamente está paralizada. Uno que otro programa que dan a conocer como la entrega de unas cuantas maquinas agrícolas, para la foto y para tratar de justificar que est´´an trabajando.
Hoy el gobierno difundió un boletín y unas fotos donde también presumen la entrega de unos litros de leche en Tetela de Ocampo. Para difundir esta gran ayuda, obligan a la gente a posar con unas bolsas de leche, que no se las regalan, se las vende; una parte la pone el gobierno del estado, otra el Ayuntamiento y la tercera parte la paga el “beneficiario”, explica el boletín de prensa. Estas son sus grandes ayudas para paliar esta crisis humanitaria.
Solamente el Ayuntamiento de Puebla ha destinado dinero en efectivo para dar a fondo perdido, no para prestar, para la luz, para gastos funerarios, para el pago de oxigeno o para quienes lo requieren; para los comerciantes que tienen cerrados sus negocios, para los vendedores callejeros etcétera. Es muy poco, porque es el eslabón más débil de los tres niveles de gobierno.
A este respecto, tanto el gobierno federal como el estatal, emanados del mismo partido Morena, ofrecen ayuda en efectivo, pero en calidad de préstamo, nada más, como cualquier prestamista.
Y lo peor, el gobierno del estado no quita el dedo del renglón en aplicar los programas recaudatorios, como el cobro de tenencia, control vehicular y reemplacamiento, entre otros, sabiendo que la gente lo que requiere es dinero para sobrevivir.
Todo esto ha agravado la crisis sanitaria, la gente, mucha que por necesidad tiene que salir a la calle a trabajar se está enfermando y mucha muriendo, tanto por la agresividad del Covid como por los malos servicios médicos que reciben en los hospitales del sector salud. De por sí nunca han sido buenos los servicios, pero ahora se agravan, porque ya no hay medicamentos, oxigeno, camas y se complican el cansancio de todo el personal médico.
Ante esto, el secretario de Salud y el gobernador todos los días repiten el mismo discurso sin ofrecer una solución real, que nunca aplicaron, cuando se podía haber evitado esta tragedia. Ahora menos que ya se les salió de las manos.
El día de hoy el secretario de Salud José Antonio Martínez dio la mala noticia del día, que se acaban de morir 33 poblanos más y doscientos nuevos infectados, que sumados a los mil quinientos de los días anteriores ennegrecen aún más el panorama.
Ya llegará el momento en el que tendrán que rendir cuentas de sus actos de gobierno y de las consecuencias que ocasionaron con ello.